Bieke Depoorter es una fotógrafa rusa nacida en 1986. Esta serie está producida a través de una dinámica de buscar a sus sujetos fotografiados casi por azar.

Oe Menia – with me

“I am looking for a place to spend the night. Do you know people who would have a bed, or a couch? I don’t need anything in particular, and I have a sleeping-bag. I prefer not to stay in a hotel, because I don’t have a lot of money and because I want to see the way people live in Russia. Could I stay at your place, perhaps? Thank you very much for your help!”

For three periods of one month, I have let the Trans-Siberian train guide me alongside forgotten villages, from living room to living room. Some Russian words, scribbled on a little piece of paper, allowed me to be welcomed and absorbed in the warm chaos of a family. Accidental encounters led me to the places where I could sleep. The living room, the epicentre of their life, establishes an intimate contact between the Russian inhabitants. In this room, they sleep, eat, drink, cry,… Here everything happens. For a brief moment, I was part of this. Their couch became my bed for one night. This way, I experienced transient, but very powerful, shared moments.

'Estoy buscando un lugar para pasar la noche. ¿Conoces a alguien que tenga una cama, o un sofá? No necesito nada en particular y tengo un saco de dormir. Prefiero no quedarme en un hotel, porque no tengo mucho dinero y porque quiero ver el modo en el que la gente vive en Rusia. ¿Podría quedarme en tu casa, tal vez? ¡Muchas gracias por tu ayuda!'

Por tres periodos de un mes, he dejado que el tren Trans-Siberiano me lleve a través de pueblos olvidados, de sala en sala. Algunas palabras en ruso garabateadas sobre un papel me permitieron ser bienvenida y absorbida por el tibio caos de una familia. Encuentros accidentales me condujeron a lugares donde pudiera dormir. La sala de estar, el epicentro de sus vidas, establece un contacto íntimo con los habitantes rusos. En esta habitación ellos duermen, comen, beben, lloran... Aquí sucede todo. Por un breve momento, yo era parte de eso. Su sofá se convirtió en mi cama por una noche. De este modo, experimenté pasajeros, pero muy poderosos, momentos compartidos.